25S. El pueblo en pie contra la democracia secuestrada

’La policía ha actuado magníficamente’,

exclamó el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz,el 26 de septiembre de 2012^|1|.La víspera, la manifestación ’Rodea el Congreso’ se saldaba con al menos 35 detenidos, entre ellos Miguel Quinteiro, militante de ATTAC de 72 años llegado en autobús desde Pontevedra para manifestarse^|2|, y 64 heridos.

Lo más inquietante es que esos 35 detenidos fueron arrestados no por resistencia o alteración del orden público, sino por ataque a las instituciones de la Nación, acusación totalmente desproporcionada. Fueron liberados tras 49 horas de arresto y malos tratos^|3|.

Aunque autorizada por la delegada del Gobierno de Madrid, Cristina Cifuentes, la convocatoria de la manifestación del 25 de septiembre fue calificada de ilegal por el ministro Fernández. Cristina Cifuentes y la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, hicieron referencia explícita a un intento de golpe de estado como el fallido 23F de 1981^|4|: ’La última vez que yo recuerdo que se rodeara el Congreso, que se tomara el Congreso, fue por el intento del golpe de estado’, declaró Cospedal^|5|. Ella omite una diferencia de bulto: El movimiento 25S, heredero del 15M (revuelta de los indignados que estalló el 15 de mayo en España) es un movimiento profundamente pacífico que lucha por una democracia real -practicándola- y esencialmente opuesto a cualquier intento de golpe de estado, que es más bien de origen fascista como el 23F.

El miedo cambia de bando

Más de 1.300 policías antidisturbios de la Unidad de Intervención Policial (UIP) vinieron de todo el Estado para blindar a un Congreso transformado en búnker^|6|. A pesar de este sorprendente dispositivo y de una violencia policial impresionante, la acción ‘Rodea el Congreso’ resultó ser un éxito de movilización apoyada por numerosas ciudades en Europa y más allá. Numerosos autobuses llegaron de todo el Estado español para concentrarse en la capital, en ciertos casos no sin problemas: Algunos autobuses, como los provenientes de Zaragoza, Granada o Valladolid, fueron controlados, registrados o desviados por la policía.

Ya el 15 de septiembre, en la masiva manifestación contra la austeridad agresiva del Gobierno que exigía un referéndum sobre esta política, cuatro personas de la Plataforma En Pie (en el origen del llamamiento a manifestarse el 25S ante el Congreso), entre ellos Chema Ruiz, miembro activo de la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Madrid) fueron detenidos y acusados de desobediencia y resistencia a la autoridad. Este arresto se produjo en el momento en que intentaban pacíficamente desplegar una pancarta con la inscripción ‘25S rodea el Congreso’^|7|. Al día siguiente, controles policiales pidieron identificación a participantes en una asamblea que preparaba la misma acción en el parque del Retiro.

Frente a una democracia real en la calle, la represión crece. Esther Vivas nos recuerda: “ Multas por un valor de 133 mil euros son las que exige Interior a 446 activistas del 15M de Madrid, 6 mil euros a 250 estudiantes de la #PrimaveraValenciana, centenares de euros a varios afectados por las participaciones preferentes en Galicia, por solo nombrar algunos ejemplos. A parte: más de cien detenciones en Catalunya desde la huelga general del 29M, apertura de una página web para delatar a manifestantes… Y ahora se modifica el Código Penal para criminalizar nuevas formas de protesta ”^|8|. Para colmo, ’  ...desde el 15M ningún agente de antidisturbios ha sido sancionado por agresión, mientras que en sólo un año la Policía ha recaudado más de 217.000 euros en multas a manifestantes’, nos señala ’La Sexta’^|9|. A pesar de todo esto, se multiplican las quejas por agresiones, golpes y heridas, sin consecuencias.

El 4 de octubre, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz recibía los ataques del PP en boca de su portavoz y diputado Rafael Hernando (’indecente’, ’inaceptable’, ’intolerable’...), por haber rechazado todas las acusaciones (de ataque contra las instituciones del Estado) contra los ocho presuntos organizadores de la concentración del 25S. El juez no vio ataque a la soberanía nacional, tal y como sostenía el Ministerio, sino más bien una manifestación de libertad de expresión que no perturbó la actividad parlamentaria. Especialmente criticada fue la parte del auto en la que el juez Pedraz defendía las protestas debido a la ’decadencia de la clase política’.

Una proporción importante -aunque insuficiente- de la población ha llegado a un nivel de conciencia colectiva que no tenía antes del 15M. Es una adquisición irreemplazable del movimiento 15M, una fuerza que puede hacer cambiar el miedo de bando. Después del 25S, se puso de manifiesto la voluntad del Gobierno de modificar el derecho a manifestarse bajo el pretexto de la seguridad. Los policías, que como funcionarios han visto reducirse su salario un 5% de media en 2010 (con el Gobierno de Zapatero) y después congelarse en 2011 y 2012, se enfrentan a un recrudecimiento de las movilizaciones e incluso ellos mismos se manifiestan. El sindicato de policía SUP (Sindicato Unificado de Policía) prepara una gran manifestación contra los recortes el 17 de noviembre en Madrid.

Contexto de inestabilidad política

Hay que decir que después de la lucha de los mineros del norte y la marcha del SAT en el sur^|10|, España se mueve en un ambiente social y político tenso. De hecho, Cataluña, donde ha triunfado su demostración de fuerza en la manifestación del 11 de septiembre a favor de su autonomía^|11|, se enfrenta al Gobierno central de Rajoy. El presidente del Gobierno catalán, Artur Mas, ha decidido disolver el ‘Parlament’ y convocar elecciones anticipadas el 25 de noviembre. Durante ese tiempo, se habla demasiado poco de la austeridad devastadora aplicada en Catalunya por el propio Mas. Sin embargo, el 15 de junio de 2011, miles de personas “asediaron” el Parlamento catalán y obligaron a Artur Mas y a otros diputados a llegar al ‘Parlament’ en helicóptero, con motivo de unos debates sobre los presupuestos que implicaban entonces las mayores medidas de austeridad de la democracia catalana. Imágenes que recordaban al presidente argentino Fernando de la Rúa huyendo de la Casa Rosada (sede de la presidencia argentina) en helicóptero el 20 de diciembre de 2001 para refugiarse en EEUU cuando el pueblo argentino luchaba contra la deuda y el corralito. La España de 2012 no es la Argentina de 2002, pero los mismos ingredientes están ahí…

De la coordinación a la acción

En España, la llamada a manifestarse a la voz de ‘Ocupemos el Congreso’ fue lanzada en un principio por la nueva Plataforma en Pie. Ésta exigía la dimisión del Gobierno y la ocupación del Congreso para abrir un proceso constituyente. El planteamiento de tales objetivos, que pueden parecer ilusos, radicales y naífs, suscitó un debate polémico^|12|. La Coordinadora del 25S nació en el curso de un largo proceso^|13| y el texto del llamamiento fue enmendado, mejorado y maduró con el tiempo para alejarse de posiciones que llevaran a la confusión o que fueran susceptibles de dividir. La última versión de la convocatoria finalmente suscitó un vivo interés, fue transmitida en el seno del movimiento indignado del 15M y obtuvo cierto eco^|14|.

Madrid 25 de septiembre de 2012, la política se hace en la calle

Una asamblea popular de varios cientos de personas tuvo lugar en el Paseo del Prado poco antes de la concentración en la Plaza de Neptuno. El escritor y profesor Carlos Taibo hizo una intervención memorable a favor de una auditoría ciudadana de la deuda para repudiar la parte ilegítima de la misma. También recordó la necesidad de reclamar el reconocimiento de las deudas ecológica, de género e histórica que deben ser liquidadas^|15|.

“Si no hay solución, habrá revolución”, “dimisión, dimisión”, “no es una crisis, es una estafa”^|16| coreaban miles de manifestantes reagrupados en el Paseo del Prado y en la Plaza de España, antes de reunirse en Neptuno, muy cerca del Congreso. El seguimiento fue difundido por numerosos medios alternativos por todo el mundo^|17|, mientras que Mariano Rajoy, fumándose un puro en Nueva York, rendía homenaje a la mayoría silenciosa que no se manifestaba^|18|.

La violencia es la respuesta del sistema ante la conciencia de las masas

Es importante subrayar que la violencia de ese día surgió de un puñado de individuos y policías infiltrados, pero no representa a la gran mayoría, que se manifestó con rabia pero de manera totalmente pacífica. “Estas son nuestras armas”, coreaba la masa, con las manos en alto, a veces sentada en el suelo, frente a una policía preparada para cargar, para mostrar el carácter pacífico de esta acción. Como sucede a menudo, la violencia es ejercida por las llamadas ‘fuerzas del orden’ como respuesta de un sistema presa del pánico ante la conciencia de las masas. La furia policial se desencadenó incluso en la estación de Atocha, pese a estar más alejada del Congreso, donde una treintena de agentes hicieron cargas ‘disuasivas’ y golpearon sin distinguir entre viajeros esperando su tren o manifestantes. Un joven con la cabeza ensangrentada se indignaba por haber recibido golpes sin motivo. La operación sembró el pánico y el estupor en toda la estación y desacreditó totalmente, si cabe, el apoyo ciego del ministro de Interior a la policía.

El sábado 29 de septiembre, mientras que el Gobierno español transmitía al Parlamento un proyecto de Presupuestos que incluye un nuevo plan de austeridad, la tercera manifestación del movimiento 25S se desarrollaba pacíficamente por Neptuno y la Puerta del Sol para reclamar la dimisión del Gobierno y una nueva Constitución. Más tarde, el objetivo de rodear el Parlamento se concretaba en una cadena humana. La Coordinadora 25S recordaba que se trataba de una “acción de desobediencia civil no violenta”. En Neptuno, la pancarta más grande decía: “Deuda odiosa, referéndum ya”.

Unos Presupuestos de 2013 cuestionados, un reparto injusto de la riqueza

En un ambiente tenso en el que los mercados presionan para que España se someta a los fondos europeos, el Gobierno español adopta un proyecto de Presupuestos para 2013 repleto de nuevos recortes presupuestarios para ahorrar 39.000 millones de euros a través de reducciones en prestaciones por desempleo, en sanidad y educación. “El Presupuesto debe servir de palanca para superar la crisis y devolver la confianza en España”, explicó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro^|19|. Sorprendente declaración, sobre todo al mirar de cerca este Presupuesto consagrado a la recesión y al paro en masa. Los intereses de la deuda pasan de 28.900 millones de euros a 38.000 millones en 2013, o sea, un aumento de cerca de 10.000 millones de euros (9.114 millones) respecto a 2012. La carga de los intereses, sin tener en cuenta la amortización del capital, sobrepasa por primera vez desde 1995 la partida destinada al pago del personal de toda la Administración del Estado.

Sobre la marcha de esta movilización histórica, la Coordinadora 25S vuelve a llamar a manifestarse a finales de octubre para protestar contra la aprobación de unos Presupuestos provisionales de 2013 cargados de nuevas medidas de austeridad.

Traducción : Fátima Fafatale