Comunicado de Anticapitalistas en defensa del referendum en Catalunya
El Parlament de Catalunya ha aprobado la ley que da cobertura a la convocatoria del referéndum del 1 de octubre. Consideramos esta ley legítima, respaldada por la voluntad de la mayoría de la sociedad catalana que quiere ejercer el derecho a decidir, incluso desobedeciendo a la legalidad injusta y represiva del régimen.
El mandato popular en Catalunya para ejercer la autodeterminación se ha expresado en las instituciones y en las calles en innumerables ocasiones los últimos años. Un mandato popular que el Estado español, las fuerzas del régimen del 78 y el gobierno pretenden taponar y judicializar. El PP, Cs y el PSOE se han negado a pactar un referéndum tal y como hicieron gobiernos tan poco sospechosos de revolucionarios como el británico en Escocia o el canadiense en Quebec. Ante esta imposibilidad es legítimo y necesario desobedecer un marco legal que niega derechos políticos. La desobediencia civil e institucional es una herramienta legítima e imprescindible de conquista de derechos sociales, políticos, económicos y culturales como demuestra la historia de las luchas populares, feministas y de la clase trabajadora.
Además, queremos expresar nuestro profundo rechazo hacia toda medida represiva. Medidas que supondrían también una merma democrática grave para el conjunto de las clases populares del Estado español. El mismo gobierno del PP, junto con el PSOE, que niega el derecho a los catalanes a votar el 1-O es el que ha aplicado una política de recortes que vulnera los derechos sociales del conjunto de las trabajadores del Estado español y que ha aplicado todos los dictados de la Unión Europea, reduciendo la democracia en el Estado español a la mínima expresión.
La cuestión que tenemos que preguntarnos es muy clara: ¿el día 1-O queremos un Rajoy debilitado o fortalecido? ¿Un Rajoy derrotado o un Rajoy triunfante? El 1 de octubre no sólo está en juego el legítimo derecho a decidir del pueblo catalán. Es el futuro del régimen del 78 lo que está en el aire. Si el PP y todo el aparato del Estado es derrotado se allanará el camino para un cambio favorable a las fuerzas populares en todo el Estado. Si el PP vence en este pulso saldrá fortalecido y el bloque reaccionario que encabeza se hará aún más resistente.
Ante las amenazas y la previsible prohibición que veremos estos días por parte del Tribunal Constitucional, es fundamental la organización de las resistencias desde abajo, la desobediencia a esta suspensión y nuestra más enérgica repulsa. Por ello, reiteramos nuestro apoyo al Referéndum del 1 de octubre, también la necesidad de que las izquierdas de todo el Estado organice la solidaridad con el pueblo de Catalunya. El 1 de octubre es un desafío democrático a un régimen que se ha mostrado insensible ante una mayoría del pueblo catalán que demandaba su legítimo derecho a votar. Un desafío que puede acelerar en el proceso destituyente del régimen y avanzar en una profundización democrática.